«Los hombres son lo que creen ser mientras viven, sea que se equivoquen en lo que son, sea que se equivoquen
en lo que creen ser y cuando se mueren, empiezan a ser lo que se cuenta de ellos. El relato del pasado.
Nadie es capaz de alcanzar la verdad acerca de lo que le atañe».

Horacio Vázquez–Rial

El 12 de febrero de 1984, en París, fallecía Julio Cortázar a los 69 años de edad en el hospital Saint Lazare, dónde llevaba diez días internado a consecuencia de un agravamiento del proceso leucémico que padecía desde hacía varios meses. Mi padre admiraba a Julio Cortázar.

La muerte de un escritor admirado, el momento mismo del óbito, marca un mítico antes y un mágico después. Del escritor que escribe libros a los libros, en tanto que escritos. Mientras un escritor está vivo, y sano claro, podemos verlo en los medios, participando de eventos, expresando su voz más allá de las páginas en papel; pero, tras su muerte, todo es historia; un mosaico hecho de pasiones y afectos, palabras, imágenes y textos. Se habló mucho durante la semanas que siguieron sobre la muerte de Cortázar; de sus libros, algunos de los cuales yacían ahí al alcance de la mano en nuestra biblioteca familiar; y sobre relatos de amigos, de amigos, de amigos. El mito. La magia.

Eduardo Montes-Bradley no fue una excepción: alimentado por una sociedad como la argentina tan proclive a la mitificación, concentró profundamente en Julio Cortázar su mirada de cineasta y documentalista. Ficción y realidad, máscaras y análisis críticos, pero del Cortázar aún imberbe.

El libro que ahora reeditamos, Cortázar sin barba, de Eduardo Montes-Bradley con la colaboración de David Gálvez Casellas y Carles Álvarez Garriga, se publicó en 2005 (Debate / Sudamericana) como una biografía original atenta a los hechos y a los documentos de un personaje esencial de la cultura del siglo XX. Fue presentado como «un texto preciso, lleno de ternura e inteligencia», que aportaba «infinidad de detalles y algunas significativas anécdotas desconocidas hasta la fecha». La controvertida y peculiar personalidad del autor de Rayuela, observada con un agudo sentido del humor y un respeto absoluto por la obra y la trayectoria personal del maestro ¿argentino… belga? Lean y verán. Eduardo Montes-Bradley se centró en los años de la infancia y juventud, la formación y primeras lecturas, la familia y su influencia sobre el futuro escritor, hasta ofrecer un fresco minucioso de la etapa de formación del artista; analizando con rigor para desenmascarar el «misterio» Cortázar.

A medias autoinvención, a medias retrato del artista pergeñado desde los pudores y mezquindades de la clase media argentina, el Cortázar intachable y solitario de los años sin barba «es observado en este libro que apasionará a los fieles lectores de Cortázar e invitará a aquellos que no se han sumergido todavía en sus páginas a descubrir el talento, el genio y la apasionante personalidad de un escritor cuya leyenda y consideración del público y la crítica crecen con el paso del tiempo».

En muy raras ocasiones accedemos al mito desde su reconstrucción: ésta es una de ellas. Eduardo Montes-Bradley venía de estrenar en diciembre de 2002, Cortázar: apuntes para un documental. Un filme con el que intentar descifrar cómo un escritor político, tan representativo de los temores de la clase media argentina, se vuelve el paradigma del escritor políticamente comprometido: en 1963 el escritor visita Cuba y regresa maravillado y dispuesto a darse vuelta como un guante. Un nuevo Cortázar decepciona a sus lectores naturales, los de la clase media mas conformista. A los que antes interpretaba en sus miedos más profundos, ahora los abandona por una causa a la que ellos temen. Pero tampoco conforma al que deberá ser su nuevo público, el de los militantes de izquierda, porque se apropia de su ideario sin acabar de comprenderlo y, para colmo de males, buscando sumarse a la gesta revolucionaria con más entusiasmo que coraje. Ese giro inesperado en la obra de Cortázar es el eje que organiza el material y los testimonios de este documental.

En este libro que reeditamos, Eduardo sigue al Cortázar como biógrafo no autorizado. Y parece que Cortázar también le sigue a él. Eduardo sabe que Cortázar no puede defenderse, pero no le importa. Instalado en una búsqueda que no descansa, Eduardo establece relaciones nuevas interesantes y divertidas.

Como editores prometemos a los prosumidores cortazarianos exigentes una experiencia excitante, radicalmente diferente a lo que se conoce sobre Julio Cortázar.

 

FICHA TÉCNICA

Eduardo Montes-Bradley (Córdoba, Argentina, 1960)

Eduardo Montes-Bradley (Córdoba, Argentina, 1960)

Título: Cortázar sin barba
Colección: Biografías 21
Autor: Eduardo Montes-Bradley, con la colaboración de David Gálvez Casellas y Carles Álvarez Garriga
ISBN: 978-84-942474-1-5
Editado por: Pensódromo 21 / Red Ediciones
Formato: 170 x 240 mm
Págs.: 382
P.V.P: € 20.-