La izquierda reaccionaria
Síndrome y mitología
ISBN papel: 9788499539300
ISBN ebook: 9788490073575
Formato: 150 x 210mm
Fecha de publicación: Diciembre 2011
Páginas: 262
Idioma: Español
Edición:
SKU: HVR-IZQUIERDA
8,9920,00

Sinopsis

¿Sigue siendo útil analizar la realidad política actual con criterios de izquierda o derecha? ¿Qué significa esto? No se puede dar a las cuestiones de hoy respuestas tan profundamente reaccionarias como las que se dan. ¿Qué hacer cuando uno no es capaz de definirse como ciudadano de izquierda o ciudadano de derecha? El pensamiento independiente, sin aparato político y organizado sólo en momentos puntuales para un objetivo por vez, es la senda más lógica hacia la creación de una zona política exclusivamente democrática que no dé lugar a fosilizaciones.

Con esta nueva edición de La izquierda reaccionaria participamos de la configuración de un nuevo escenario de la edición, Edición [21], donde el eje del proyecto editorial se desplaza del que habla al que escucha. Lo que tienes en tus manos no es un “libro”. Es un corpus, contenido generado por un autor —Horacio Vázquez-Rial— y al que puedes acceder a través de varios formatos y soportes en función de tu posibilidad, comodidad y preferencias.

Cuando inicié la escritura de La izquierda reaccionaria, yo me consideraba un hombre de izquierda. ¿Qué significa esto? ¿De qué manera se es de izquierda si uno es honesto? Del mismo modo en que se es católico o budista: asumiendo por entero una larga tradición, que para el caso incluye los crímenes, las disidencias, las desviaciones, las recreaciones y hasta el modo de concebir la historia.
Dicho de otro modo: la lucha de clases como motor de la historia, los veinte millones de muertos de José Stalin, la aprobación de los créditos de guerra por la socialdemocracia alemana para iniciar la Primera Guerra Mundial, el genocidio de Pol Pot, la destrucción de Cuba —que en 1959 no era el burdel que suele pintarse, sino uno de los países más avanzados y cultos de América, con una de las tasas de alfabetización más altas del mundo—, la represión del levantamiento de Kronstadt en 1921 por Leon Trotski, el tradicional antisemitismo de la izquierda «pobrista» o atrasista; y, para colmo, la pretensión de poseer una explicación «científica» para todo ello.
Todo eso era y es el ser de izquierda, o todo eso hay que asumir, por pura dignidad, si se aspira a autodefinirse así.
Verá el lector que en alguna parte de la obra reivindico para mí esa condición, la de hombre de izquierda, a pesar de todo. Pero en realidad, el proceso mismo de la escritura, la exposición sistemática de las taras de la izquierda, me estaba apartando de ese espacio.
Los lectores lo entendieron mejor que yo, tanto los que me siguieron como los que me condenaron. Había empezado a escribir en la izquierda y había terminado en otro sitio, que no era la derecha, ni el liberalismo tal como se había ejercido hasta la fecha.Como en toda catarsis, salí transformado en algo desconocido, algo que yo mismo no podía nombrar, porque lo mismo que había hecho con la izquierda, su disección –sin entender al principio que mi objeto de estudio era un cadáver–, podía hacerlo con la derecha, con la Iglesia católica o con cualquier otra concepción abarcadora a la que me enfrentara, y en cualquier caso iba a tener que asumir un pasado, una tradición, una serie de horrores.

Horacio Vázquez-Rial

Hacía falta mucho valor para enfrentarse de este modo a lo que hasta ahí había constituido parte del propio universo. ¿Dónde queda la izquierda a estas alturas? Respiremos hondo para adentrarnos con el autor en este viaje. Cuando vaya descubriendo la respuesta a esta pregunta, el lector dirá conmigo: gracias, Horacio.

José María Marco

Vázquez-Rial se aleja de cualquier forma de complacencia y autocensura, y se dedica a desmitificar los excesos y abusos de la izquierda filomarxista, y, de paso, a desmontar la arquitectura reaccionaria de sus aparatos ideológicos.

María Teresa González Cortés