Reseña de Historia del chocolate escrita por Luis Conde Salazar y publicada en la sección de libros del ABC el 13/10/2018.

Reseña de Historia del Chocolate

Cuando todo el mundo bebía chocolate

En 1502 durante el cuarto viaje de Cristóbal Colón —según narró con posterioridad su hijo Hernando— se hallaba su tío, el Adelantado Bartolomé Colón, en una isla frente a la costa de lo que hoy es Honduras. Vio llegar una gran canoa. Iba cargada de todo tipo de mercancías. Entre las que se encontraban muchas almendras que usan por moneda en la Nueva España (…) y cayéndose algunas de estas almendras procuraban todos [los indígenas] cogerlas como si se les hubiera caído un ojo. Esas almendras o granos, eran la semilla del fruto del delicado árbol cacaotero, Theobroma cacao, la “bebida de los dioses”, la base de lo que hoy conocemos como “chocolate”. Si bien es cierto que el bebedizo que se preparaba a partir de las almendras del cacao tuvo un consumo restringido entre los españoles del siglo XVI, primeros occidentales que lo conocieron, disfrutaron y difundieron. Hay pruebas que indican que su utilización, tanto a nivel alimenticio como ritual, estaba presente en diversas culturas prehispánicas incluso tres siglos antes de nuestra Era. La Historia del Chocolate, desde entonces hasta hoy, es apasionante, como muestra su presencia en tratados de gastronomía, medicina, botánica e incluso teologías.

Sabor y sabiduría

El historiador y economista franco-venezolano Nikita Harwich, en la presentación de su Historia del chocolate, apuntó: “No olviden que las palabras sabor y sabiduría tienen la misma raíz”.

Según Bernal Díaz del Castillo, Moctezuma lo utilizaba como afrodisíaco.

Cuenta Harwich cómo los granos de cacao fueron para las culturas prehispánicas una especie de comodín con toda suerte de usos, incluidos los de moneda o elemento para el cálculo astronómico, antídoto contra las mordeduras de serpiente o afrodisíaco para “tener acceso a las mujeres”. Refiere el cronista soldado Bernal Díaz del Castillo que con tal fin lo utilizaba el propio Moctezuma.

También se trataba de un producto altamente especulativo, objeto de alteraciones, falsificaciones y contrabando, que al atravesar el Atlántico (Hernán Cortés lo presentó por primera vez a la Corte española) partió a la conquista de nuevos mercados hasta convertirse, en palabras de su autor, en “el elemento dinámico de la globalización”. A pesar de las primeras reticencias en Europa, donde tuvo no pocos detractores —se contaba que una marquesa francesa, de tanto tomar durante el embarazo, dio a luz a un “muchachito tan negro como el diablo”, aunque en realidad era tan negro como uno de sus jóvenes esclavos—, el tiempo llevó a este alimento a su definitiva consagración en el siglo XVII y, sobre todo, en el XVIII, tiempo de salones.

Reseña de Historia del Chocolate

Primero en España, plaza de entrada y difusor al mundo del precioso producto, y después en Italia, Francia e Inglaterra el chocolate, ya con innovaciones en su proceso de elaboración —su encuentro con el azúcar de caña introducido en América desde España—, se erigía en un goloso lujo global que poco a poco fue “democratizándose”. Harwich cuenta cómo en el siglo XIX en España, por entonces primer consumidor mundial de chocolate, existía una boyante industria distribuida en especial por Aragón, Cataluña y Madrid.